Divulgación Científica

María del Socorro Arana Hernández*

Todos los procesos inherentes al devenir actual de la sociedad se mueven gracias a los millones de actores con rostro, nombre y apellido, algunos conocidos y reconocidos, otros en el anonimato o tras bambalinas, pero sin lugar a dudas, sin ellos estos procesos no tendrían las dimensiones colosales de hoy. Un ejemplo de tales procesos y el que nos ocupa en esta primera entrega, es el que refiere al complejo proceso social identificado como movimiento migratorio. Presenta por un lado, transformaciones respecto a magnitud, dirección, características y, por otro, los efectos en el país origen como en el de destino. A finales del siglo XX, se perfilan dos grandes patrones migratorios que se han consolidado en las últimas décadas: uno vinculado a movimientos entre países de la región y, otro de carácter extraregional, que se dirige mayoritariamente hacia Estados Unidos y Canadá.

Países desarrollados con la tendencia demográfica a tener rápidamente un gran número de su población envejecida, por consiguiente la necesidad de mano de obra joven, abundante y barata para dar soporte a sus diversas industrias, una en las que se insertan anualmente miles de trabajadores tlaxcaltecas, es la agrícola. Canadá es un importante productor mundial de frutas y verduras de invernadero como tomate, pepino, lechuga, pimiento, tabaco y manzanas entre otros, que no existiría o su producción se estancaría si no fuera gracias a los trabajadores agrícolas temporales que llegan a ese país cada año. En 2003 el 45 por ciento estaba representado por trabajadores mexicanos y el resto 55 por ciento caribeños. Para agosto de 2016, es exactamente a la inversa, se incrementa al 60 por ciento la participación de los mexicanos y solo el 40 por ciento son caribeños (Televisa, 2014). Datos infalibles para afirmar que este proceso social en particular no disminuirá, muy por el contrario, seguirá en aumento, la migración de este grupo de población tlaxcalteca no se detendrá, lo que traerá consigo transformaciones inéditas en todas las esferas del país y del estado de Tlaxcala en particular.

La participación a nivel estatal también presenta cambios: en 2003 el 80 por ciento de los jornaleros agrícolas trabajando en Canadá salían de sólo seis estados (México 26 por ciento, Tlaxcala 19 por ciento, Guanajuato 10 por ciento, Puebla 9 por ciento, Morelos 9 por ciento e Hidalgo 9 por ciento) (Arana y; Rodríguez, 2006). Para agosto de 2016, se suman cuatro estados más a los ya mencionados, por supuesto con una participación importante: Veracruz con mil 597 trabajadores (6.9 %), Michoacán con mil 412 (6.1%), Oaxaca y Chiapas con 997 y 906 trabajadores (4.3 y 3.9%, respectivamente), lo que suma que estos 10 estados participen con el 66.5 por ciento de los jornaleros agrícolas enviados a Canadá. Tendencia a la alza invariablemente, dado el aumento de la tasa de desempleo en México y los salarios cada vez más bajos así como la precarización de los empleos existentes. Tlaxcala, figura por supuesto en el segundo lugar de participación con 2 mil 45 trabajadores (8.9%), antecedido por el Estado de México que ocupa el primero con 3 mil 426 trabajadores (14.9%). Todos ellos, jornaleros agrícolas mexicanos y tlaxcaltecas que salen cada temporada anual a trabajar en la agricultura canadiense bajo el Programa de Trabajadores Agrícolas Mexicanos Temporales (PTAMT), firmado con México desde 1974. Vigente y ampliado en su modalidad a otras áreas y vacantes laborales como lava loza, ayudantes de cocina, cocineros con experiencia en el manejo de alimentos inocuos, camaristas de hotel y personal con práctica en restaurante de comida rápida, así como mecánicos automotrices en diésel y de maquinaria pesada (La Jornada de Oriente, 2012).

Como se observa, Canadá es un país de oportunidades, y con la facilidad que para diciembre de 2016 el país no demandará visa para ingresar, se espera que 300 mil nuevos inmigrantes lleguen al país. Sin duda, el gobierno canadiense está reformando el sistema de inmigración para ofrecer entrada express a inmigrantes cualificados en 50 profesiones -antes 24- que quieran ir al país como residentes permanentes, para cubrir puestos de trabajo abiertos, donde no hay trabajadores canadienses disponibles. Por ejemplo, psicólogos; educadores y auxiliares de educación para niños; traductores, terminólogos e intérpretes; coordinadores y supervisores de cuidados de enfermería; enfermeros graduados y enfermeros de psiquiatría; médicos generales, especializados y de familia; dietistas y nutricionistas; radiólogos; fisioterapistas: ocupacionales, respiratorios, técnicos cardiopulmonares; tecnólogos en ultrasonidos; paramédicos y personal de ambulancias; en fin, estos y otros más. Sin duda el área de la salud es una de las de mayor demanda de personal en Canadá.

En este contexto de niveles requeridos, Tlaxcala está parsimonioso, no así en la oferta laboral agrícola, donde las vacantes son cubiertas a plétora por su fuerza de trabajo, gracias a ello, gana desde hace poco más de una década su posición en los tres primeros lugares de entidades federativas mexicanas que participan con los más altos registros numéricos en el PTAMT. Sin embargo, a 42 años de su funcionamiento se precisa y requiere de ajustes que beneficien principalmente a los trabajadores, como defender y hacer valer sus derechos laborales, instar atención medica efectiva, pensión y jubilación, entre otros, pues hay trabajadores que llevan más de 20 años participando ininterrumpidamente en el programa, y no tienen seguridad de ningún tipo. Efectos adversos que hoy queremos enfatizar en el tema de la migración, que por sus características de integralidad y sistémico, resulta ser complejo. Se interrelacionan temas de carácter político, ambiental, económico, social, cultural, religioso, de salud, y todo aquello referente a lo anímico y emocional tanto de la persona migrante, como de su familia nuclear y ampliada: esposa, hijos, abuelos, padres, tíos, sobrinos, y hasta el anillo circundante integrado por vecinos, amigos, conocidos, en general, la comunidad en la que vive (Arana y Rodríguez, 2014).

Contexto ad hoc para plantear la interrelación migración-salud que irrumpe a partir de sistematizar información captada a través de 200 entrevistas como trabajo de campo realizado en tres localidades del estado de Tlaxcala: San Antonio Atotonilco del municipio de Ixtacuixtla, y las cabeceras municipales de Sanctórum de Lázaro Cárdenas y, Nanacamilpa de Mariano Arista.

Afecciones y padecimientos agrupados en cinco grandes líneas o tópicos de salud:

1º Salud Mental y Emocional.

2º Salud Reproductiva.

3º Salud Ocupacional.

4º Salud de la Mujery,

5º Salud Ambiental.

En cada una de estas líneas o tópicos, el abanico se abre a diversas manifestaciones físicas negativas de, y a la salud:

    Violencia doméstica (física y verbal).
    Alcoholismo y drogadicción en jóvenes y adolescentes hijos de padres migrantes.
    Enfermedades venéreas o de transmisión sexual como el VIH-SIDA, gonorrea, sífilis, hepatitis.
    Enfermedades infecto-transmisibles como la tuberculosis, paludismo, dengue, malaria.
    Enfermedades digestivas relacionadas con la dieta alimenticia como la gastritis, ó degenerativas como la diabetes, cirrosis, hipertensión, colesterol alto, obesidad, desnutrición, cólera.
    Stress como factor de riesgo, causando infarto, depresión, locura y suicidio.
    Enfermedades laborales: traumatismos, y degenerativos, debido a la falta de asesoría, y capacitación de uso, aplicación y exposición a los fertilizantes, insecticidas y agroquímicos.
    Factores externos y, extremos, como la sequía, inundaciones, calor o heladas, provocan y tienen, impactos serios sobre la salud humana, sobre todo el ser cada vez más vulnerable a estos factores climáticos.
    Enfermedades producidas por la contaminación ambiental (tierra, agua, aire): enfermedades respiratorias (asma, bronquitis crónica), diarreicas, alergias, cáncer, enfisema y, enfermedades del corazón.

¿Cuál es la que más se presenta o registra mayor número de casos?, la respuesta es variable. Se determina por diversos factores: el tiempo que tienen de migrar; lugar y dirección de la migración; inserción laboral y actividades que desempeñan; forma de interacción y grupos de personas con las que se relacionan; entre otros. Lo que sí parece no ser cuestionable, y una afirmación delicada, es que gracias a que la migración propicia la exposición de los sujetos a una serie de eventualidades durante su trayecto y estancia, se le considera como un factor en condiciones de riesgo. Para lo cual se requiere la implementación de políticas sobre cobertura, acceso y, utilización de servicios médicos antes, durante y después de su estancia laboral. Servicios integrales de acción y atención prioritarias para la detección, prevención y seguimiento de casos que requieren modificar su situación y condiciones actuales. Importante reconsiderar como grupo vulnerable a la población migrante, y que como tal requiere se le preste atención específica en las unidades de salud. Se van sanos, que regresen sanos. ¡Mantenerse en esa condición es apremiante!

*Académica del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias sobre el Desarrollo Regional, de la Universidad Autónoma de Tlaxcala.

"Tlaxcala, siempre presente en Canadá: jornaleros migrantes agrícolas"
María del Socorro Arana Hernández
Artículo publicado en:
La Jornada de Oriente 14-11-2016