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CENTRO DE INVESTIGACIONES INTERDISCIPLINARIAS SOBRE DESARROLLO REGIONAL

Maestría en Análisis Regional     Doctorado en Estudios Territoriales

Los avances historiográficos en la historia de Tlaxcala son ya considerables en las últimas dos décadas. Numerosos investigadores de nivel licenciatura, a través de sus tesis de grado, los de posgrado y los académicos ubicados en diversas instituciones estatales, nacionales e incluso internacionales, han llevado a cabo pertinazmente estudios históricos del estado más pequeño de la República mexicana, en diversos temas y periodos. El arcoíris de posibilidades incluye desde la etapa colonial hasta los años de la Revolución Mexicana en el siglo XX, pasando por temas de historia, política, económica, social, cultural y religiosa, entre otros. Particularmente los profesores y profesoras de la licenciatura en Historia de la Universidad Autónoma de Tlaxcala desde hace muchos años, además de asesorar tesis, llevan a cabo seminarios, coloquios y diplomados en la disciplina, de los cuales han salido productos publicados por la misma universidad o en coedición con otras universidades y casas editoriales. Es de destacar que a fines del año pasado un grupo de profesores de la licenciatura citada, organizaron un seminario para analizar el pasado inmediato de diversos problemas que aquejan actualmente en la entidad, lo que indica la pertinencia del enfoque histórico en el estudio de los procesos sociales.

En el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias sobre Desarrollo Regional (CIISDER), perteneciente a la máxima casa de estudios de Tlaxcala, concretamente en la especialidad de Análisis Sociopolítico, también se han originado varias investigaciones de corte histórico que han merecido la publicación y difusión en libros y revistas de corte nacional e internacional. Se trata de temas que ligan los procesos de urbanización con la política a fines del siglo XIX, así como tópicos sobre ciudadanía y gobierno en la transición de fines del periodo colonial al México independiente.
Por otra parte, es de mencionar la publicación de diversas obras históricas editadas por el Archivo Histórico del Estado de Tlaxcala (AHET), dependiente del gobierno de estado, las cuales forman parte de una política de difusión de la historia de la entidad, aunado a su loable labor de organización y conservación de documentos históricos. E incluso es importante mencionar que en la biblioteca de dicha institución se pueden localizar tesis doctorales de investigadores provenientes de los Estados Unidos, quienes han confeccionado sus estudios con los valiosos legajos ubicados en el AHET.

ciisder guridi alcocer

También es importante destacar el trabajo de la Sociedad de Geografía, Historia, Estadística y Literatura de Tlaxcala (SGHELT), que han publicado libros producto de las investigaciones emprendidas por sus miembros, ya sean síntesis de la historia en la entidad, aunque principalmente para el siglo XIX y la Revolución Mexicana. Aunado a lo anterior, las actividades de difusión llevadas a cabo por la SGHELT, son de la misma manera reconocibles en diferentes eventos organizados por ella o por la participación de sus miembros. Es de destacar la labor de Rafael García Sánchez, ex tesorero de la SGHELT, quien desde hace varios años publica de forma electrónica la revista Quórum, dedicada a difundir mensualmente temas de la historia nacional y de Tlaxcala.
A nivel nacional es indiscutible que Tlaxcala ocupa, y ha ocupado, el interés por parte de investigadores de instituciones como la UNAM, CIESAS, UIA, IPN y El Colegio de Michoacán. Prueba de ello son los trabajos de Jaime Cuadriello, Andrea Martínez Baracs, Alba González Jácome, Elsie Rockwell y recientemente de Magdalena García Sánchez; quienes laboran respectivamente en las instituciones citadas. Sus estudios han versado alrededor de la historia política, del arte, social, económica y educativa, en periodos que van de la Colonia a los años revolucionarios del siglo XX. Mención aparte merece también el trabajo de Mario Ramírez Rancaño, historiador oriundo de Tlaxcala, quien desde su trinchera en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, en los años setenta y ochenta del siglo pasado, elaboró importantísimos trabajos sobre la Revolución Mexicana en la entidad, y si bien desde hace algún tiempo ya no investiga específicamente su estado natal, no deja de ser productivo en análisis dentro del periodo de la Revolución, como por ejemplo sus estudios sobre la aristocracia pulquera.
En cuanto a los investigadores de origen extranjero, la numerosa obra del holandés Raymond Buve, producida en los años setenta y ochenta del siglo pasado, para la etapa de la Revolución Mexicana en Tlaxcala, es ampliamente conocida entre los historiadores profesionales, si bien con posterioridad y en la primera década de este siglo, Buve ha escrito numerosos trabajos de historia política para la Tlaxcala del siglo XIX, principalmente los años que van de 1821 a 1870. El español José María Portillo Valdés hace algunos años publicó en revistas nacionales y locales varios artículos sobre la Tlaxcala de fines del periodo colonial en una perspectiva comparativa con una provincia española, así como también una revisión de las actividades políticas y de gobierno de los hermanos Guridi y Alcocer, entre fines del periodo colonial y una vez lograda la Independencia de México. Finalmente, cabe destacar, que con la misma idea de comparar los modelos hispánicos de repúblicas, la española Ana Díaz Serrano estudió a Murcia (España) y Tlaxcala en el siglo XVI.
Ante el escenario planteado, obras de síntesis como la titulada Tlaxcala, una historia compartida publicada entre 1990 y 1991 por el gobierno del estado de Tlaxcala, el Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora y el Conaculta; requerirían una revisión profunda después de un cuarto de siglo de su aparición. Incluso el trabajo Breve historia de Tlaxcala (hechos algunos capítulos en colaboración con Raymond Buve) del ya fallecido Ricardo Rendón, editado por el Fondo de Cultura Económica y a 20 años de publicado, también demandaría de una actualización bibliográfica y de contenidos. Vale la pena mencionar que la obra de Rendón tiene al final un pequeño pero valioso ensayo bibliográfico de enorme utilidad, pero que necesita, como es evidentemente ya, una importante ampliación ante el avance historiográfico existente.
Del conjunto de consideraciones anteriores se derivan algunos asuntos que necesitan ser atendidos en un futuro como parte de políticas públicas y/o estrategias institucionales en torno a la historia tlaxcalteca. Una de ellas es el emprendimiento de un esfuerzo similar al que hace un cuarto de siglo se llevó a cabo con la obra colectiva sobre la historia de Tlaxcala, auspiciada por el gobierno del estado, y en la que participaron historiadores, arqueólogos y antropólogos de diversas instituciones nacionales; pero que en aquel entonces no contaron con la participación de historiadores de la propia Universidad Autónoma de Tlaxcala. Convocar a una tarea de esta magnitud con los estudios actualmente existentes, significaría actualizar de fondo la historia de la entidad, además de contar con las valiosas colaboraciones de expertos en la materia que dieran hechura a nuevas interpretaciones del proceso histórico tlaxcalteca.
Otra tarea es el relativo al trabajo en los archivos. En este sentido es importante fortalecer el trabajo del AHET a nivel de catalogación de los fondos documentales y asimismo difundir su acceso entre los estudiantes de historia y los profesionales de la disciplina tanto a nivel local como nacional e internacional. El reforzamiento de lo anterior daría un nuevo ímpetu a la investigación histórica original y plantearía un horizonte promisorio de trabajos para su difusión. No está de más insistir en que la continuidad en la publicación de obras históricas por parte de esta institución es fundamental.
Otras actividades que están ligadas a la difusión y divulgación de la historia de la entidad, tienen que ver con la posibilidad de crear un portal en internet, en el cual tengan acceso todos aquellos interesados con la opción de tener a su disposición referencias bibliográficas, noticias sobre actividades de difusión, ligas a instituciones educativas, libros y artículos sobre Tlaxcala accesibles en formato PDF. También sería importante establecer un programa de conferencias, diplomados, seminarios y coloquios ofrecidos por las diversas instituciones dedicadas a la historia de la entidad, y llevadas a diversos públicos con la finalidad de difundir el conocimiento histórico. Por ejemplo, en octubre de 2014 la asociación Fomento Cultural Tlaxcala, con apoyo de Conaculta y la LXII Legislatura federal, organizó en Tlaxcala un evento titulado “Foro Historia de Tlaxcala: entre estigmas y mitos”, con la finalidad de discutir sobre el tema de la alianza tlaxcalteca con los españoles.
Significativo es considerar la reedición de obras clásicas sobre la historia de la entidad, e incluso la publicación en español de trabajos sobre Tlaxcala que se encuentran en inglés u otro idioma, sería una meritoria labor de difusión. Otra forma de difundir la historia de la entidad podría ser a través de una colección de antologías o compilaciones que reunieran de forma selectiva aquellos artículos que en conjunto dieran una imagen de un periodo o tema de estudio.
He aquí un conjunto de propuestas que pudieran servir de guía para el trabajo de las instituciones que tienen en sus manos la posibilidad de coadyuvar, orientar y apoyar la difusión y divulgación de la historiografía tlaxcalteca, y de esta forma seguir develando una amplia gama de procesos que necesitan ser adoptados por los investigadores y conocidos por la sociedad en su conjunto.

Articulo publicado en:

"La historiografía tlaxcalteca: avances y perspectivas"
Por Carlos Bustamante López

La Jornada de Oriente 1-04-2016